Estas compañías que funcionan mediante una aplicación por Internet se expanden cada vez más en forma temeraria aprovechando las deficiencias en los servicios de traslado y el tránsito imposible de las principales ciudades de la región.

    Por ejemplo Uber, con sede en San Francisco, tuvo ingresos en América Latina por 523 millones de dólares en 2018 y para 2018 la cifra saltó a los 2.000 millones de dólares, que representan el 18,5% del total para esta empresa del Silicon Valley, según cifras de la firma.

    Sólo Estados Unidos y Canadá superan los ingresos para Uber, con 56,4% del total, mientras que Europa, Medio Oriente y Africa representan en su conjunto 15,7%, todavía por debajo de América Latina.

    Según la Asociación de Internet MX, el año pasado 33 millones de personas (la cuarta parte del total) emplearon en México al menos una vez la aplicación digital de auto privado, taxi, scooters y bicicletas.

    De esa cifra, 9 millones corresponden a usuarios permanentes de vehículo privado controlado por Uber, Cabify y Didi.

    Según una encuesta de la organización civil, por lo menos el 41% de los usuarios de Internet ha empleado alguna ocasión los servicios de transporte mediante aplicaciones digitales.

    De acuerdo con Román Escobar, director de Cabify México, el objetivo en los próximos cinco años es que las "apps" de autos privados alcancen 30 millones de usuarios permanentes.

    Los especialistas atribuyen este "boom" a la deficiencia de los sistemas de transporte público en la mayoría de de las urbes latinoamericanas, la accesibilidad de los teléfonos inteligentes, y el acceso a la banda ancha móvil en los últimos cinco años.

    En el caso de México, Escobar expone que "no hay una sola ciudad que no sufra de falta de infraestructura de movilidad", mientras que las plataformas digitales avanzan a gran velocidad aceptando diversos métodos de pago vinculados al llamado "smartphone".

    Un estudio de la Asociación de Internet MX sobre los hábitos de los usuarios de la red de redes arrojó que el uso de las plataformas de transporte se incrementó 5% en el último año pero se prevé que vaya en aumento.

    Según el vicepresidente de Investigación de esta entidad, desde hace dos años "cada vez más internautas tienen la necesidad de moverse en transporte limpio, seguro y eficiente" La disputa por el mercado latinoamericano, definido por especialistas como "uno de los de más rápido crecimiento en el mundo", de parte de las aplicaciones de transporte público se torna cada vez más encarnizada.

    La situación se intensificó con el desembarco reciente de Didi, el gigante chino de las apps de transporte compartido, que tiene en la mira desbancar a su rival estadounidense Uber en países como México, Chile, Perú y Colombia.

    La guerra comenzó en Brasil en 2017, cuando Didi compró la empresa local "99" en enero de ese año, y luego en México, donde la firma china comenzó a operar ofreciendo mejores salarios y bonificaciones a conductores y pasajeros.

    Las compañías todavía enfrentan la resistencia de los viejos sindicatos de taxistas locales pero también los intentos gubernamentales por regularlas.

    Por ejemplo, el ministerio de Hacienda de México anunció esta semana un acuerdo histórico para cobrar impuestos a socios de Uber, Cabify y Rappi.

    El viceministro Arturo Herrera anunció el lunes el inicio del programa de "retención de impuestos" a aplicaciones de transporte a partir del 1 de junio de este año para aplicaciones de transporte de personas y alimentos a domicilio, con tasas de 3 a 9%%.

    En otros países como Chile, aún están en estudio las medidas tributarias que se aplicarán en estos novedosos métodos de transporte por la vía digital. (ANSA).