PROFECO VE TRES RETOS PARA PROTEGER A LOS CONSUMIDORES DE LA ECONOMÍA DIGITAL

may 14, 2019

Una de las principales preocupaciones dentro de la procuraduría es que las tecnologías de la información están remodelando los hábitos de los consumidores.


Delimitar el ámbito geográfico de los mercados digitales; modernizar la cooperación internacional ante los nuevos mercados digitales e innovar en la solución de las controversias son los tres retos que la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) contempla para proteger a los consumidores de los servicios de la economía digital, de acuerdo con José Agustín Pineda Ventura, subprocurador de Telecomunicaciones de esta institución.

Durante el segundo día de actividades de la Escuela del Sur de Gobernanza de Internet 2019, el funcionario dijo que es necesaria la regulación de las actividades de la economía digital ante riesgos que ha advertido la Organización Mundial de Comercio, como la concentración de los mercados; la protección de la confidencialidad y la seguridad; el aumento de la brecha digital y el hecho de si de verdad contribuye a la productividad.

“Debe existir una gran cooperación entre las agencias nacionales e internacionales para evitar que exista impunidad ante las malas prácticas internacionales que puedan afectar a los consumidores de cada uno de nuestros países”, dijo Pineda.

Aseguró que una de las preocupaciones dentro de la Profeco es que las tecnologías de la información están remodelando los hábitos de los consumidores y que la tarea de la procuraduría a lo largo del sexenio, como lo contempla el Plan Nacional de Desarrollo, es empoderar al consumidor.

“Frente a esta tarea de empoderar al consumidor, una gran misión que tenemos a lo largo de este sexenio es ubicar y conocer cómo se están remodelando los hábitos de los consumidores al facilitárseles las compras en línea mediante dispositivos conectados a internet”, dijo.

El subprocurador afirmó que el intercambio en tiempo real de la información en el comercio electrónico está generando algunas islas de desamparo para los consumidores digitales, por lo que es necesario innovar en la solución de controversias entre países. “La pregunta que debemos hacernos tanto en México como en cualquier país es si estamos dispuestos a aceptar que los negocios electrónicos queden al margen de la protección de los consumidores de nuestras naciones”, dijo.

Para resolver este problema dijo que era necesario establecer una aplicación internacional que reconozca lagunas en las prácticas comerciales transfronterizas, pero que esto requiere el trabajo de cada uno de los gobiernos.

Sobre la Norma Mexicana de Comercio Electrónico, cuya declaratoria de vigencia se publicó en el Diario Oficial de la Federación el 30 de abril pasado, el subprocurador celebró esta publicación aunque dijo que es necesario insistir en contar con normas claras para regular el tema del comercio electrónico.

Impuesto digital

Durante su presentación, Pineda Ventura hizo referencia al documento presentado a principios de 2019 pasado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) titulado Panorama Fiscal de América Latina y el Caribe 2019 en el que el organismo advierte la preocupación en varios países en torno a la tributación de la economía digital.

Pineda dijo que, de acuerdo con el documento, los avances en la tributación de la economía digital son moderados, pues sólo tres de 16 países de la región aplican el Impuesto al Valor Agregado a los servicios digitales (Argentina, Colombia y Uruguay) y que otros tres están en vías de aplicar este impuesto: Chile, Costa Rica y Paraguay. “Lamentablemente no estamos todavía en México en una definición sobre si sí o no es importante aplicar el IVA a las compras digitales”, dijo y añadió la potencial recaudación respecto de este impuesto a los servicios digitales es de 1,282.8 millones de dólares.

Sobre este tema, Santiago Bugallo, director de Mercados Hispanos de Mercado Pago, la rama de servicios financieros de Mercado Libre, dijo que la tributación depende de cada país y de cada modelo de negocio, pues actualmente dentro de su plataforma de comercio electrónico, quien tributa es el vendedor, pero conforme la compañía se va involucrando cada vez más en el mundo físico, a través de los centros de distribución y de la eventual venta de mercancías propias, habrá que resolver el tema de la tributación en cada país.

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